Los textiles han influido en los humanos no solo por sus propiedades como materiales, sino también por la singularidad y relevancia de las tecnologías asociadas a ellos. En efecto, la hilatura no responde al descubrimiento o adquisición de materiales, sino a la creación de tecnología, la acumulación de conocimiento y los avances tecnológicos desarrollados durante miles de años para producir tejidos.
Los textiles son los materiales que obtenemos al tejer o enrollar hilo para crear productos que usamos para vestirnos, decorar nuestros hogares o hacer recipientes. Su etimología proviene del latín textilis -tejido-, teexere -tejer-, pero se deriva de la raíz indoeuropea teks, que significa tejer, hacer, como en griego tekhne: técnica.