Desde hace muchísimos años, se han utilizado las diferentes mitologías para explicar las creencias, principios, tradiciones y leyendas de una determinada cultura. Esto con el objetivo de dar razones sobre los orígenes, significado o propósitos de las situaciones que se viven día a día. Muchas historias, leyendas, mitos y cuentos de la mitología hacen referencia al mundo textil. Una de ellas es la leyenda de Aracne y Atenea.
Aracne era una joven bordadora conocida por sus delicados y exquisitos trabajos, recibía encargos de todas partes de aquel mundo. Tenía una personalidad altanera, atrevida e insensata, incluso se autodenominaba la mejor en su oficio.
Ese rumor llegó a los oídos de la diosa Atenea, patrona de las artes. Algunas versiones narran que un día Aracne se hinchó de orgullo y desafió a Atenea para por fin saber quién era la mejor tejedora; otras versiones de la misma historia cuentan que fue Atenea la que se presentó ante la joven en forma de anciana y la retó a un concurso de tejido.
La leyenda continúa con el desenlace del concurso, en el cual ambas demostraron sus habilidades y tejieron tapices maravillosos. El trabajo de la diosa Atenea mostraba el poder y esplendor de los habitantes del Olimpo; pero el de Aracne le superaba, su creación mostraba las infidelidades y los defectos de los dioses, como la representación de Zeus bañado por una lluvia de oro, El rapto de Europa o La violación de Leda.
No se sabe a ciencia cierta qué pasó realmente, hay varios contextos que indican que Atenea, furiosa por la osadía y la falta de respeto de Aracne, la golpeó y gracias a la humillación la joven se ahorcó con los hilos. Otra variante cuenta que la diosa cegada por la envidia destruyó por completo la obra de su contrincante.
De cualquier forma, la diosa se apiadó de ella y la salvó. Pero como castigo, transformó a la joven bordadora en una araña, condenándola a tejer tapices transparentes hasta la eternidad.
Actualmente, se sigue relacionando la práctica del tejido a las mujeres, un oficio y actividad del ámbito femenino. La tela de araña de Aracne, no obstante, entraña también un significado esperanzador: las telas de araña sostienen y unen, suspenden, y desenmascaran; también son sinónimo de flexibilidad y resistencia. Simbolizan la capacidad de transmutar, de destruir y construir, y de la agresividad femenina. Aunque la ira se apodera de Atenea, la diosa es capaz de superar sus emociones y mostrar la grandeza de su compasión perdonando a Aracne y permitiéndole seguir con su labor.